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Parque Nacional para la Región Metropolitana, una oportunidad única

Contra viento, marea y una pandemia global, la campaña ciudadana #QueremosParque sigue trabajando sin pausa para convertir el gran último territorio de propiedad fiscal de la Región Metropolitana en un área protegida. 

Por María José Hepp. Foto portada Christian Castillo.


La campaña lanzada por el colectivo Queremos Parque inició hace aproximadamente dos años, cuando se devolvió al fisco un territorio en Cajón del Maipo que hasta entonces era del ejército. El equipo de la organización ciudadana vio claramente el potencial que tienen estos predios para darle acceso a la naturaleza a los más de 7 millones de chilenos de la capital, a la vez que se protege la diversidad de fauna y flora del sector.

Las 28 cumbres a más de 5 mil metros y las 4 cumbres sobre los 6 mil hacen que sea un lugar inigualable para los deportes de montaña, mientras que los amantes de la naturaleza podrían disfrutar de las extensas áreas planas con paisajes espectaculares. Además, en estas 42 mil hectáreas, a no más de dos horas del centro de la capital, viven alrededor de 430 especies de flora y 135 de fauna, algunas de ellas únicas en el mundo.

“La oportunidad que presenta esta área silvestre es única, no hay otro lugar que tenga las características y que sean de propiedad fiscal en que se pudiera hacer un parque como este”, afirmó Pilar Valenzuela, ingeniera ambiental y coordinadora de Queremos Parque, durante la segunda jornada del Seminario Vida al Aire Libre organizado por FullOutdoor.



Tres puntos clave

El petitorio presentado por el equipo de Queremos Parque, con el apoyo de más de 195 mil ciudadanos y 180 organizaciones, es claro como el agua de los glaciares. En primer lugar, piden que las 142 mil hectáreas de propiedad fiscal se declaren parque nacional, salvaguardando en forma permanente aguas, glaciares y ecosistemas del territorio.

En segundo lugar, la campaña ciudadana pide que se facilite el acceso público, sin restricciones de privados, para fines recreativos y de turismo sustentable, pues todos debiéramos poder disfrutar de un lugar tan atractivo y de tan fácil acceso.

Esto se ha vuelto cada vez más relevante considerando la crisis sanitaria global que ha dejado en evidencia la necesidad de conectarnos con la naturaleza. “Nos hemos dado cuenta del impacto de vivir encerrados y de la desigualdad en el acceso a la naturaleza. No puede ser un privilegio estar cerca de un parque, un área natural, una montaña, un río o un lago. No puede ser que solo la gente que tiene recursos para poder viajar tenga la posibilidad de conocer y tener una experiencia de estar en un área protegida, en un patrimonio de todos los chilenos”, dijo Christian Moscoso, director regional de Acceso Panam.

Camilo Hornauer, director de la fundación Plantae, reiteró la importancia del acceso a los espacios naturales, tanto en términos de salud como educación:

“Salir a la naturaleza es algo que debería ser parte del sistema público de salud, y los gobiernos deberían entender que las áreas protegidas y el acceso a la naturaleza debiese ser tan valorado como algo dentro del sistema de salud. Un área protegida es muy necesaria para acercar a todas las generaciones a la naturaleza, porque esta nos educa, nos muestra sus ciclos y la experiencia es fundamental”.

Moscoso destacó la importancia educacional de la potencial área protegida: “Educación ambiental en un aula de clase no es educación ambiental. Si lo que quieres realmente es transformar un hábito, hacerse cargo del medio ambiente, es a través de la experiencia, no es a través de enseñarle a la persona en un pizarrón”.

Por último, y posiblemente uno de los puntos más importantes que caracteriza a este colectivo, el petitorio contempla que se incluya la participación ciudadana en la creación del parque. “Esperamos, sobre todo, que se cree integrando a las comunidades locales y a la ciudadanía para que tengamos una administración mucho más participativa”, afirmó Valenzuela.

Leonardo Latorre, director ejecutivo de la ONG Regenera, organización enfocada en la promoción, gestión y crecimiento del desarrollo sostenible, enfatizó en este punto en relación a las comunidades locales: “El turismo puede ser herramienta para alcanzar el buen vivir. Entendemos que el turismo es un negocio, pero entendemos que también puede ser un camino para conseguir una mejor calidad de vida, donde la identidad se transforme en protagonista”.


Foto Camila Oyarzún.

Producción inclusiva

“El turismo es una actividad participativa, es difícil apropiársela, a diferencia de, por ejemplo, la minería. En el turismo puede participar alguien que tiene caballos, que hace pan amasado, que son pequeños emprendimientos, hasta las grandes cadenas hoteleras o líneas aéreas. Pero el 97 por ciento de los que participan en turismo son pymes o micropymes, lo que genera una gran cantidad de empleo”, explicó Pilar Valenzuela.

Chile ha ganado cinco veces el premio a mejor destino de turismo aventura en Sudamérica, lo cual demuestra el enorme potencial receptivo que tiene el país. La campaña del colectivo asegura que la creación de un parque haría de la zona central un destino interesante, pues su tamaño permite que se generen aventura de larga estadía, como las que atraen a los turista a lugares como Torres del Paine. 

El turismo sostenible es posible y puede generar altos ingresos si se invierte en él. La coordinadora de la campaña fue enfática al decir que Chile está perdiendo una oportunidad increíble de participar en el negocio de las montañas, que representan entre un 15 y 20 por ciento del turismo mundial, entre 70 y 90 mil millones de dólares por año. 

A modo de ejemplo, Nueva Zelanda y Tanzania tienen un 25 y 30 por ciento, respectivamente, de su territorio declaradas áreas protegidas. En ambos casos, su primer ingreso de divisas es el turismo de naturaleza. Así pues, es posible aumentar la recepción de flujo turístico e ingresos a través de la protección del medio ambiente. 

Además, según propone la campaña #QueremosParque, crear un parque nacional en la región metropolitana también sería un aporte en la democratización de la naturaleza dentro del territorio nacional. Este proyecto ayudaría a revertir en cierta medida el gran desequilibrio entre dónde están la gente y las áreas más valiosas en biodiversidad, con respecto a las áreas protegidas, todas muy concentradas en el extremo sur del país y de alto costo de acceso.

“Creemos en que si armamos el parque, en 10 años más, de forma natural, se volverá a repoblar de especies nativas de nuestra fauna y podremos ir de picnic por el día a tener una experiencia similar a Torres del Paine, con guanacos ahí, con paisajes espectaculares, sobrecogedores; con las montañas, con los ríos preciosos, y que no sea un lujo, sino que sea un derecho”, afirmó emocionada Pilar Valenzuela.

Futuro

“Aquí hay una invitación a proteger el territorio, la creación de un parque es eso, no solamente para la generación actual, sino que también para las generaciones que vienen, especialmente considerando ese algo que es importante no solo para la comunidad local y para esta generación, que es el agua”, afirmó Moscoso.

El colectivo ha hecho gran énfasis en que, además del potencial turístico y económico de declarar el territorio en cuestión un área protegida, este lugar es de suma importancia debido a la alta concentración de glaciares —más de 300 cubriendo 18 mil hectáreas— y agua dulce, algo que será crucial en los años venideros y que ha sido uno de los temas más preocupantes en relación a la crisis ambiental.

“Frente al cambio climático, que va a hacer cada vez más difícil el tema del agua, creemos que pasa a ser muy relevante el poder preservar toda esta cabecera de la cuenca del Maipo, con sus glaciares y los dos ríos principales”, apuntó Valenzuela. 

Respecto a este desafío de escala global, Hornauer agregó un punto crucial sobre el potencial del parque: “Nosotros hemos ido a presentar al ministerio de Ciencia de que este territorio es un laboratorio natural, es un lugar donde se puede estudiar el cambio climático, es el mejor lugar para saber lo que va a pasar en Santiago en 20, 50 u 80 años más. Ese valor debería ser entendido por las autoridades”.

Así pues, los beneficios ambientales del parque tienen el potencial de extenderse en el tiempo, como también se enmarca en un contexto social determinante en el país. “Esta campaña también se da en un contexto de movimiento político importante, contexto de elecciones, que también tiene que ver con el sueño colectivo para el Chile del futuro. Todo este proceso constituyente tiene que ver con cuál es el Chile que queremos construir, y #QueremosParque entra en esa discusión. Tiene que ver con las generaciones futuras, con la solidaridad intergeneracional”, explicó Latorre.


Foto Francisco Lopetegui.

Los bloqueos

Las razones para crear un parque en este territorio de condiciones ideales y únicas son muchas, pero este sueño no está libre de competencia. En palabras de Pilar Valenzuela: “No todo es miel sobre hojuelas. La mayor dificultad para hacer el parque es que 62 por ciento de todo el predio tiene alguna concesión minera otorgada o en trámite”.

A la fecha, el mayor impedimento para la realización del parque son las mineras, que también ven en el territorio un lugar de características ideales para la producción. Pero, aunque definitivamente el principal, la minería del cobre no es el único obstáculo, pues no hay que olvidar el proyecto Alto Maipo, las hidroeléctricas y la cementera Bío Bío ubicada en medio del lugar.

A pesar del lobby realizado por las partes que priorizan los beneficios económicos sobre la preservación de la naturaleza, Queremos Parque recibió extenso apoyo político entre 2019 y 2020. El respaldo de 110 diputados y 24 senadores para solicitar la creación del primer Parque Nacional en la Región Metropolitana fue una noticia esperanzadora.

Aún así, la política ha demostrado ser un terreno pantanoso. Valenzuela explica que el equipo ha tenido todas las reuniones que ha logrado: con el alcalde de San José de Maipo, con el ministro de Bienes Nacionales, con Sernatur, la Seremi de Turismo, entre otros. Pero hay dos autoridades, cuya participación es crucial, que no han acordado reunirse con el colectivo.

Una de estas figuras es la ministra del Medio Ambiente, quien, según explica la coordinadora de la campaña, no accedió a conversar con Queremos Parque y los derivó a otras autoridades. Asimismo, otra autoridad relevante que no quiso recibirlos es el intendente de la Región Metropolitana, Felipe Guevara.

“Por supuesto que es mucho más difícil hacer campaña en pandemia y con estallido social”, lamentó Valenzuela. “Cambia el foco, es mucho más difícil en estas circunstancias llegar a hablarle al intendente de #QueremosParque cuando se está incendiando Santiago o hablar con alguna autoridad en plena pandemia cuando están con urgencia enormes”, añadió.

Chrsitian Moscoso, por su parte, dijo que la política tiene que cambiar su enfoque, especialmente en el contexto actual de pensar una sociedad nueva. “Hoy es muy comercial, muy de oferta y demanda. No hay una visión a largo plazo, y esa es la invitación de la campaña, de hacer política de una forma diferente, desde la base, desde la colaboración y el ponerse de acuerdo. Eso es lo que falta, visiones a largo plazo inspiradoras y a las que nos podamos ir sumando como ciudadanía”.



Decisiones importantes

A pesar de que sea necesario la involucración de múltiples autoridades —además, claro, de todos los ciudadanos—, Valenzuela aclaró que la figura más importante para despejarle el camino al parque es el propio mandatario: “Esta es una decisión muy presidencial, y aquí necesitamos que el presidente Piñera quiera hacer el parque. Y hay una invitación directamente a él que lo haga, porque es un gran legado, una gran oportunidad, y porque el parque lo vamos a hacer sí o sí”.

Y agregó: “Creemos que no es factible que entre la minería, sería una destrucción que nos parece inaceptable y vamos a estar ahí con garras y uñas peleando el parque hasta las últimas. Entonces, para que no sea hasta las últimas, celebremos antes y hagamos el parque, cortemos la cinta”.

Hasta que mejore la recepción del gobierno, está completamente en las manos de los ciudadanos seguir haciendo crecer la campaña y generar presión para la creación de un parque de características inigualables. La invitación de #QueremosParque es a participar y ser activista para ganarle el espacio a las mineras y otros con potencial de destruir un lugar único. Esto solo puede lograrse con una gran red de apoyo. 

Hay muchas formas de ayudar y el equipo invitó a participar desde cualquier área y de todas las formas: jingles, difusión, diseños de imagen. Hasta llevar el logo pegado en el auto suma. El objetivo es expandir la campaña, abierta y ciudadana, y llegar a la mayor cantidad posible de personas. El primer paso que podemos tomar para ser parte y llegar a ver este parque —más pronto que tarde— es firmar el petitorio de #QueremosParque.


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