Sin duda, el montañista dejo un gran legado: acercar la montaña a la comunidad, pero tras su partida ¿Qué pasará con los proyectos que venía impulsando?
Por Antonia González. Fotos Matías Donoso.
Si intentamos mirar el vaso medio lleno, podríamos decir que de un hecho lamentable podemos sacar algo muy provechoso. Y ese es por lo menos el consuelo de muchos, tras la partida del montañista Juan Pablo Mohr.
En ese sentido, y luego de casi un mes de su desaparición en el K2, cosas positivas comienzan a tomar forma. Continuar con su legado, el de generar cultura de montaña en Chile, es algo que comenzamos a sentir cada vez más propio.
La búsqueda
Federico Scheuch, primo de JP y parte del equipo “los 14 ochomiles”, comentó en una entrevista con Fulloutdoor, cómo fue su viaje a Pakistán tras la desaparición de Juan Pablo.
“Fue toda una travesía llegar a Pakistán, pero fue la mejor decisión que pudimos haber tomado, para poder tener las primeras fuentes de información y tranquilizar a la familia”, cuenta.
Al estar allá, pudo contrastar la realidad local versus lo que se vivía en Chile. “Por un lado la esperanza y las buenas vibras que se sentían desde Chile y allá todos sintiendo la pérdida, dándonos sus condolencias. Fue bien chocante, pero también un golpe a tierra”, señala.
En junio de este año (verano pakistaní), pretenden volver a Pakistán para continuar con la expedición de búsqueda de los cuerpos. “No sé si los vamos a encontrar o no, pero la idea es también hacer un barrido y limpiar los cerros que están muy contaminados, no solo por el tema de la basura, sino que también por el riesgo que genera para las demás expediciones”, dice.
Ahora el objetivo de amigos, familiares y otros deportistas, es continuar con el gran legado que dejó Juan Pablo: acercar la montaña a la comunidad, con el proyecto “Los 16 de Chile”.

Cultura de montaña
Lo que Juan Pablo fue desarrollando en el tiempo junto a la Fundación DeporteLibre fue un trabajo de co-creación con las comunidades locales, para la recuperación de diferentes espacios públicos. Y esto es lo que se pretende hacer también con el proyecto “los 16 de Chile”.
“Es súper importante entender las necesidades locales de las comunidades, porque de lo contrario no lo van a hacer propio. La gente se empodera mucho más cuando tú los haces partícipes y ese es el trabajo más importante de la fundación”, asegura Fede.
Los 16 de Chile pretende potenciar la cultura de montaña en el país y estudiar los terrenos para la construcción de nuevos refugios de estándares internacionales para acercar a las comunidades locales al deporte, la escalada y la montaña.
Junto con la Fundación, la idea es desarrollar talleres de montañismo y capacitaciones a las comunidades locales, con el objetivo de generar una estructura que pueda ser administrada a través del tiempo.
El proyecto no solo ayudará a conectar los cerros chilenos de mejor forma a las comunidades, sino que también apoyará a estas a que se desarrollen comercialmente con cada uno de los negocios que mantienen.
“La cultura y educación de montaña es súper importante, vivimos en un país de montaña y no sabemos nada de ellas. Hay mucho trabajo, y el vínculo que tenemos que tener con las municipalidades de cada región es clave”, asegura Fede.

Continuar con el legado
“Es ahora que tenemos que aprovechar este impulso que nos dejó Juan Pablo, porque es un proyecto país, y en ese sentido, hacer un llamado a que todos colaboren y dejen su granito de arena”, mantiene Fede.
En lo pronto, la idea es continuar con el trabajo que venían realizando junto al equipo de “los14ochomiles”, donde pudieron visitar 11 de los 16 cerros más altos e icónicos de cada región.
“Queremos poner refugios de primera categoría, ojalá sustentables, y que acerquen a la gente a la montaña. Y estos serán elegidos no solamente por su altura, sino que por el flujo de turistas de cada cerro. Rescatando además, la mística, su esencia de cada lugar”, cuenta Fede.
Comenzarán en la décima región, en el cerro Tronador, ya que gran parte de la familia de JP es de Osorno.
“Ese cerro es una maravilla y tiene muy difícil acceso por Chile. Queremos convertir el paso Vuriloche en uno de los más bonitos del mundo y de todas maneras tiene los recursos para hacerlo. Solo hay que ponerle energía, ganas y empezar a soñar en grande, como le gustaba a JP”, dice.
El objetivo ahora es Idealmente construir uno cada semestre y ya en 8 años poder tener todos los refugios parados, dice Fede. “Una cosa es construirlo y otra es poder mantenerlo. Así que todos se tienen que hacer parte y empoderarse para el fin común que es acercar la montaña a la ciudad”, finaliza.
Si quieres ser parte y apoyar ingresa aquí.

Se instaló una placa en El Plomo y otra en el Manquehue como una manera de homenajear al montañista, en dos de los cerros que fueron su principal fuente de inspiración. Como expresan en el Instagram “Los14ochomiles”: “serán las únicas dos y están ahí como un recordatorio de la historia que escribió Juan Pablo para el montañismo chileno. Esas placas representan también el comienzo de un sueño de muchos quienes han visitado los cerros de Santiago, disfrutando y sintiendo la montaña con la misma pasión que un día motivó a Juan Pablo a llegar hasta las cumbres más altas del mundo. Nuestro sueño y el de JP es que la montaña sea posible para todos, así es que ese será nuestro siguiente objetivo, construir un refugio en cada región del país”.
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