Los cerros, prominentes y ancestrales, están llenos de historias. Lo único que falta es querer contarlas y encontrar la mejor forma de hacerlo. Eso es precisamente lo que se ha propuesto hacer Chasqui Outdoor: educar con historias.
Por María José Hepp. Fotos gentileza Chasqui Outdoor.
Desde los inicios de la humanidad, las historias nos han ayudado a aprender sobre lo que nos rodea. De boca en boca y con una buena narración es cómo han sobrevivido tantas tradiciones y relatos que, de no ser contadas, podrían fácilmente haber pasado al olvido.
De pelo largo, risa fácil y vestido con una camiseta con estampado de montañas, Alaka’i, fundador de Chasqui Outdoor, dice que le encanta contar cosas. Siempre le gustaron los cuentos, las leyendas y los datos curiosos.
Esas ganas de compartir historias siguió creciendo tras entrar a trabajar a la Red Precordillera, donde llegó a ayudar como diseñador. Su interés por la fauna y flora, y el acercamiento al territorio lo llevaron a estudiar geografía y capacitarse como guía.
A partir de todo lo aprendido, sumado a su vocación como educador popular, surge la idea de Chasqui Outdoor, que se autodefine como una autogestión socioambiental. Hoy, Alaka’i y los demás integrantes de Chasqui Outdoor están formados como guías y talleristas a través de diversos cursos.
Sus salidas, principalmente en el Bosque Panul, están muy enfocadas en la educación socioambiental, pero con el toque de magia que entrega la narración oral. Son ideales para aquellos que están empezando a acercarse a los espacios naturales de la ciudad.
Con caminatas como “La Historia Secreta del Bosque Panul”, han atraído a muchos a conocer los lugares ocultos de este espacio natural en La Florida. Salidas con cuentos y talleres sobre fauna y flora, la agrupación es fiel a su lema: “Conociendo la precordillera de otra manera”.

El Chasqui
El Chasqui era el mensajero del imperio Inca, un corredor joven que llevaba un recado a través de un sistema de postas. Estos hombres eran conocidos por su velocidad y eran de suma importancia para la comunidad.
Alaka’i explica que, más allá del valor del Chasqui por su capacidad de correr largas distancias a gran velocidad y sin cansarse, lo que inspiró el nombre de la agrupación fue, en realidad, lo que el mensajero hacía al detenerse.
“El Chasqui, cuando entregaba el mensaje, se quedaba un rato en cada tambo (parada temporal)”, explica el fundador de la agrupación, “se quedaba compartiendo con la gente del sector, se quedaba conociendo historias que después, cuando volvía, compartía”.
Entre risas, Alaka’i dice no saber si él es un heredero de los Chasqui, pero que tiene la intención de dar esa sensación en sus salidas al cerro. “El Chasqui es un personaje que desde chico fue entrenado para correr distancias, cosa que yo no hago”, se señala a sí mismo y sonríe, “así que si alguna vez un guía de trailrunning se nos suma, ya ese va a ser el Chasqui”.
Salidas con historia
Chasqui Outdoor tiene principalmente tres tipos de caminatas. La más concurrida es “La Historia Secreta del Bosque Panul”, la cual consiste en diversas paradas en las que se relatan hechos históricos y leyendas relacionadas a los elementos allí presentes.
“Con Historia Secreta lo que hicimos y seguimos haciendo es recopilar historias que la misma gente cuenta, o a veces generar historias a través de lo que hay allá y ponerle un poco de color”, dice sonriente Alaka’i, “pero siempre basado en lo real”. Cuenta que agregar un poco de emoción a los relatos es importante, a excepción de los hechos históricos como la matanza de Lo Caña ocurrida en la guerra civil del año 1891.
Otras salidas —que tienen más de taller que de caminata— están enfocadas en enseñar sobre la flora y fauna, y la ruta cambia según dónde sea más probable encontrar ciertas especies. Depende mucho de la suerte, explica el guía, pero de todas formas se entrega material visual sobre los animales que habitan en el sector.


Brujos en el cerro
Antes del inicio de la pandemia, Chasqui Outdoor hacía caminatas llamadas “Cuentos en el Cerro”. Dos integrantes de la agrupación empezaron a hacer cursos de narración oral e instaron a Alaka’i a sumarse. Como resultado se creó este colectivo de cuentos que busca relevar el patrimonio cultural de las historias y el patrimonio natural de la precordillera.
“La obra más bacán que tenemos es Pájaros de Mal Agüero, que es un cuento sobre un brujo y todas sus peripecias al vivir en ese territorio”, dice Alaka’i, “todos los cuentos son historias de otros lugares sobre la brujería chilena”. El relato se va desarrollando de a poco, con un pedazo del cuento en cada parada.
Esta salida tiene como objetivo —además de entretener— hacer educación socioambiental. El fundador de la agrupación explica que hay lugares en donde se cree que ciertas aves son, en realidad, brujos: “La creencia en el campo es justamente que el chuncho, el pequén, el huairavo, son brujos, entonces los matan”.
Alaka’i asegura que es un tema cultural, pero que a través de los cuentos buscan enseñarle a la gente a separar la superstición de las especies: “Es decir de alguna manera ‘no mates estos pájaros, pero sigue creyendo en los brujos, porque puede que existan’”.
Amateurismo
Uno de los sellos de Chasqui Outdoor es la cercanía que tiene con la comunidad y con la gente que va a las caminatas. Alaka’i dice que, a pesar de la formación de los guías, buscan hacer las salidas con un acercamiento amateurista: “Es volver a lo amateur pero sin dejar la profesionalización, sin dejar de mejorar”.
Alaka’i explica que esta perspectiva también se debe a que su público está principalmente compuesto por personas que nunca han hecho trekking. “Al final, hemos tenido sin querer ese público, pero es el público que nos agrada porque nosotros, en realidad, no somos expertos en nada”, afirma Alaka’i. “Yo no soy montañista, yo soy gordito, yo me canso igual que ellos”, agrega riéndose.
El fundador de Chasqui Outdoor advierte que es probable que los más avanzados en el mundo del trekking podrían aburrirse en una caminata con ellos, pues sus salidas se enfocan en enseñar. “Nosotros vamos parando a cada rato porque la idea es ir disfrutando el camino”, explica, “en cada parada a descansar hablamos de un árbol o un animal, porque la idea es ir entregando mucho contenido”.

Volver a salir
Debido a la pandemia, Chasqui Outdoor se ha enfocado principalmente en la creación de contenido, en seguir educando a través de redes sociales y talleres online gratuitos. Han logrado reunir muchos seguidores desde el inicio de la emergencia sanitaria, y esperan que estos nuevos integrantes puedan sumarse ahora que van retomar las salidas.
Según Alaka’i, lo más probable es que tengan que ajustar las caminatas, que anteriormente se hacían por la tarde y noche, a horarios que permitan a las personas a regresar a sus casas antes del toque de queda.
“Pero las ganas de enseñar, de contar cosas, de que la gente aprenda, eso está”, dice emocionado el guía, “ya sea una historia de Instagram, una caminata o un librito, la idea es hacer eso: contar cosas, que la gente aprenda”.