Es sabido que algunos escaladores han muerto a causa del mal de altura. Por eso, aquí te enseñamos cómo reconocer sus señales.
Por Greg Melville Foto portada @jcgellidon.
Sí, el mal de altura es una preocupación, aunque probablemente todo estará bien si se toman las debidas precauciones.
El problema que tienen muchos escaladores de montañas, y yo he sido culpable de ello, es que es difícil e incluso vergonzoso, renunciar al viaje que has estado planeando durante tanto tiempo. Es difícil mirar a tus amigos a los ojos y decirles: “No puedo seguir adelante, sigue sin mí”. O peor aún: “Todos tenemos que detenernos y regresar, no me siento tan bien”.
El primer instinto suele ser simplemente seguir adelante e ignorar el dolor. Pero el mal de altura, que es causado por la falta de oxígeno en el aire y que puede afectar a cualquier persona independientemente de su condición física, es un asesino silencioso que debe enfrentarse con una sobreabundancia de precauciones.
Según el Manual Merck –famoso libro médico de diagnóstico y terapia– alrededor del 20 por ciento de las personas que ascienden por encima de los 2.400 metros sufrirán algún tipo de mal de altura, y el 40 por ciento de las que suben los 3.050 metros lo harán.
En el Himalaya, el mal de altura es la principal causa de muerte entre los escaladores, e incluso los sherpas, son víctimas de sus efectos fatales.
Si bien no se puede eliminar el mal de altura por encima de los 2.400 metros, sí se puede minimizar su potencia y saber cuándo responder rápidamente. Pero comenzaremos por definirlo pues, existen tres tipos de mal de altura:
1. Mal de altura agudo
Puedes sentir los efectos de esta condición en elevaciones tan bajas como 1.900 metros, dice el Manual Merck y otras guías. Los síntomas son principalmente dolor de cabeza, fatiga, falta de apetito y sueño inquieto. Sientes resaca, pero desaparece en uno o dos días, después de la aclimatación. El antiguo remedio de beber mucha agua parece ayudar y, según un estudio reciente de la Universidad de Stanford, el ibuprofeno también puede reducir los síntomas.
2. Edema cerebral de altitud (ECA)
Básicamente, es una inflamación del cerebro por los efectos de la altura. Síntomas: mareos, somnolencia, pereza y tropiezos. Puede provocar un coma y la muerte.
3. Edema pulmonar de altura (EPA)
El principal asesino de las grandes altitudes es esencialmente el agua en los pulmones y generalmente, esto es causado por ascensos rápidos por encima de los 2.400 metros. Desarrolla una tos seca, con flema rosada o sanguinolenta. La fiebre leve también es común y los síntomas pueden empeorar rápida y dramáticamente.

Prevención
La solución es beber mucha agua y aclimatarse. Y la regla general es que no debes escalar más de 457 metros por día. Se sabe que el medicamento Diamox ayuda a las personas a acostumbrarse rápidamente a las grandes altitudes y a reducir los síntomas del mal de altura agudo. Pero definitivamente no es una cura, y no deberías pensar que puedes romper la regla de los 457 metros porque la estás tomando. Por último, es más efectivo si la tomas como preventivo, antes de enfermarte de altura.
Tratamiento
Si sientes síntomas del mal de altura debes vigilar tu situación de cerca. La mejor idea es dejar de escalar y ver si los síntomas desaparecen. Es importante que sepas que cuando estás por encima de los 2.400 metros, aumenta la amenaza de ECA o EPA. Finalmente, si tus síntomas empeoran: desciende, desciende y desciende, este el único remedio eficaz.