Conoce la historia del Niño del Plomo, a través del documental producido por Andesjournal, de 10 minutos de duración, que revela los orígenes y motivos de la ofrenda del niño Inca a más de 5.400 metros de altitud, cercano a la Cumbre del Cerro El Plomo.
Por Antonia González.
La Cordillera de los Andes, que se extiende por 7000 kilómetros, es la cordillera continental más larga del mundo y el Santuario de nuestra memoria. Riega desde la cuenca del Amazonas hasta los lugares más remotos y secos del desierto de Atacama y mantiene la Patagonia salvaje e intacta.
Esta cordillera fue refugio y templo del imperio Inca durante cientos de años, y durante más de cinco siglos ha representado nuestros orígenes y es un pilar fundamental de nuestro Patrimonio Cultural.
En base a esto, fue que Rodrigo Herrera Rubio, Periodista de la Universidad Diego Portales, se interesó por poner en valor y dar a conocer el Patrimonio Antiguo de América del Sur, de los cuales forman parte los primeros habitantes de la Cordillera de los Andes.
De esta manera el año 2019 fundó Andesjournal, una plataforma que fusiona sus más grandes pasiones: el montañismo, la escalada, la naturaleza, la historia y el periodismo.
“Sin duda los pueblos originarios de América del Sur fueron una gran inspiración para crear este proyecto, dado que fueron ellos los primeros andinistas, en particular el Imperio Inca, quienes por primera vez en la historia conquistaron las maravillosas alturas de nuestro continente”, señala Rodrigo.
Y agrega: “Tenemos los casos de Llullaillaco, El Plomo y Aconcagua como pruebas de aquello, entre muchas otras cumbres en donde los Incas realizaron la ceremonia de la Capacocha (consistía en hacer ofrendas de gratitud al sol, cuando ocurría un hecho de gran relevancia para el imperio), alcanzando cumbres de más de 6000 metros altitud, sin el equipo técnico y de abrigo que utilizamos hoy en día”.
En ese sentido, Rodrigo, quien vive en Canadá hace cinco años, sintió que en Chile hacía falta memoria e historia como temas fundamentales en el debate sobre la protección del medioambiente y del Patrimonio Natural. Según él, Los Andes y la riqueza natural de nuestro país también envuelven estrechamente nuestros orígenes y por lo tanto no son divisibles.
Es así como Andesjournal pretende jugar un rol propositivo de investigación, de rigurosa disciplina periodística en el marco del respeto y la calidad, con el fin de contribuir a la defensa de los Andes, sus frágiles ecosistemas y también honrar a nuestros antepasados.
“Nuestro aporte es la investigación en sus más diversas expresiones. Desde documentales, reportajes escritos, opinión, fotografía, hasta arte y ciencias. Todos los esfuerzos son necesarios”, asegura Rodrigo.

La creación
El lanzamiento de Andesjournal llegó oficialmente con el proyecto documental “El Niño del Plomo”, el cual muestra la intrigante historia del niño de ocho años que fue enterrado vivo como una ofrenda al dios inca Inti (Sol) durante la ceremonia de la Capacocha, y que fue encontrado hace más de 70 años atrás, convirtiéndose en uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo XX a nivel mundial.
“El documental ofrece la gran virtud de traspasar en imágenes y sonidos las emociones y realidades de nuestra compleja existencia en un formato del cual todos y todas podemos disfrutar de una manera vibrante. Creo que el documental es uno de los “grandes comunicadores” y es por eso que opté por este tipo de trabajo o género: para conectarnos de una manera significativa y así humanizar la historia del Niño del Plomo”, relata Rodrigo, quien realizó el documental junto al periodista y audiovisual Juan Pablo Lama.
“Creemos que “El Niño del Cerro el Plomo es Patrimonio de la Humanidad, no solamente nuestro, sino que de todo el mundo”, comienza diciendo en el vídeo Verónica Silva Pinto, Curadora e Investigadora del Niño de el Cerro El Plomo del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) de Chile.
¿Cómo fue el proceso de creación del documental?
Rodrigo: “Creo que el proceso parte hace varios años atrás, cuando hice mis primeras ascensiones a el Cerro El Plomo. Encontraba increíble que los Incas, sin ningún tipo de tecnología -como la que tenemos hoy en día, lograran desafiar cumbres como esta. Sin embargo, estaba muy consciente de que tenían un remarcable conocimiento de navegación, entendían muy bien el clima y probablemente dominaban excepcionalmente el comportamiento del viento, que ciertamente es un indicador clave en el pronóstico del tiempo en la altura como de los sectores cordilleranos en general”.
La experiencia personal, el compromiso y el tiempo son condiciones imprescindibles para lograr construir una pieza documental, en mi humilde opinión. A pesar de que nuestro trabajo es muy corto, se puede entender la cantidad de trabajo, esfuerzo, documentación y dedicación. Todo lo anterior se puede resumir en más de un año de trabajo.
Más concretamente, todo parte con el proyecto que presenté al Museo Nacional de Historia Natural. Todo dependía de parte del equipo científico del Niño del Cerro El Plomo y felizmente eso ocurrió.

¿Cómo ha sido la difusión, han podido mostrarlo en el extranjero?
Creo que la difusión ha sido extraordinaria. La verdad, ni yo ni Juan Pablo, pero en verdad, nadie que formó parte del documental pensó que este pequeño trabajo audiovisual iba a lograr encumbrarse tan arriba, tanto en medios nacionales como internacionales.
Después de este inesperado “viento blanco” de positiva atención mediática y de las miles de personas que se han manifestado a través de redes sociales, creo que ahora estamos en condiciones de enfocarnos en el extranjero. Sin duda que haremos lo mejor en Canadá, que es mi segundo país y al que le debo mucho.
Hay mucho que hacer y participar en festivales también es importante. Próximamente estaremos a través de las pantallas del Festival Arica Nativa. Creo que ha sido un debut realmente increíble.
¿Qué planes o futuros proyectos vienen en relación a este documental?
Sin duda una versión larga, con más historias y secretos sobre el Niño, pero también con los nuevos y últimos estudios científicos de Verónica Silva Pinto, Curadora/Investigadora del Niño del Cerro El Plomo.
Solo quiero decir que vemos nuestro futuro en los fiordos australes de la Patagonia y en el Norte de Chile, entre muchos, muchos otros objetivos y sueños.
Por último, quisiera agradecer a todo el equipo detrás de nuestro corto. A Juan Pablo Lama por su compromiso en la Dirección Audiovisual, Nicolas Guaiquin, por su remarcable trabajo filmando El Plomo, a Vicente Vásquez de Matanza, por su apoyo incondicional y cooperación en la dirección musical, a Fernando Milagros por su maravillosa canción junto a Matanza “Ojos de Fuego” y a Valeria Searle por su apoyo en las animaciones gráficas y animadas.