Hay historias que terminan con un final feliz, esta es una de ellas. Protagonizada por la comunidad aborigen Kuku Yalanji, que habita el sur del parque nacional Daintree en el extremo norte de Australia, lucharon por años para proteger el bosque y para conservar su cultura, lograron romper el círculo que los convertía en campesinos de la caña de azúcar hasta la muerte. Hoy dan vida al Centro turístico Mossman Gorge, empleando a su gente, esparciendo su conocimiento del lugar, poniendo en valor su cultura, enseñando a sus propios ciudadanos y turistas lo especial que es este bosque tropical.
Por Ximena Martínez-Astroza desde Queensland, Australia.
Durante la mañana estuvo lloviendo intensamente en el norte de Australia, me encuentro internada en medio del bosque tropical más antiguo del planeta, más incluso que el propio Amazonas. Estoy en medio de las colinas empastadas de verde, cada variante de la paleta de colores –en este tono– está aquí, dónde llueve dos mil milímetros en un año, precipitaciones que caen en su mayoría desde diciembre a abril, siendo la mejor temporada para visitar el lugar, serpenteado por el rocoso, caudaloso y cristalino, río Daintree.
Hoy es un día normal, con la típica temperatura que bordea los 30 grados y sobre el 80 por ciento de humedad. Es fácil acostumbrarse a sentir la ropa pegada al cuerpo y a transpirar en exceso, pero seguro nunca sentirás tanto olor a tierra mojada y nunca verás un lugar tan verde e imponente como Daintree. Hoy es mi día de suerte, porque estoy en el centro turístico Mossman Gorge y el tour lo realizará uno de sus fundadores, Roy Gibson, un miembro de la comunidad aborigen que habita la zona, los Kuku Yalanji. Como la mayoría de los miembros de esta tribu aborigen, Gibson trabajó gran parte de su vida en los campos de caña de azúcar, pero siempre soñó con educar a su gente y crear empleos que permitieran conservar la cultura. Los dueños de esas tierras accedieron vender el terreno si ellos lograban conseguir el dinero para adquirir el área. Con el tiempo, no sólo la venta se concretó, sino algo mayor.
Una noche, mientras dormía, Gibson soñó que unas rocas se desprendían de la colina, bloqueando el acceso al lugar donde vivían, él conversaba con la gente que quería pasar y les decía que él mismo les mostraría lo hermoso que era su patio.
Hoy, allí está instalado el centro Mossman Gorge, con una infraestructura acorde y sostenible para los turistas, ofrecen caminatas por el parque, tienen una cafetería y una galería de arte y emplean, en un 90 por ciento, a miembros de la comunidad.
El tour que realizaré es llamado “Dreamtime walk” es un acercamiento a la cultura Kuku Yalanji, tribu cuyo origen data de hace 50 mil años, con la primera ocupación humana en Australia, quienes habitan desde Mossman hasta Cooktown. En una hora y media del circuito comentan cómo por generaciones han vivido en el bosque y cómo hoy asentados en el pueblo luchan por conservar su conocimiento sobre este lugar.


El recorrido comienza en una entrada particular del bosque, donde sólo se puede acceder con un guía local, durante mi estadía en el norte de Australia, escuché que no cualquier persona puede entrar a algunas partes de Daintree, es necesaria la ceremonia de la Ahumación, y es lo primero que hacemos. Entonces, con otros 14 turistas, formamos un círculo; Gibson está a un lado encendiendo unas hojas, en un fogón con un techo de lata. Reina el silencio. Cuando empezó a hablar en su lengua originaria el cielo estaba completamente cerrado y caía una que otra gota, miro las nubes, cierro los ojos y escucho atentamente. Gibson traduce para el grupo, “Me acompañan extraños y niños, que vienen desde lejos, daremos una vuelta, cuídanos, mantenlos a salvo”.
Sentí el corazón latir más fuerte y una especie de escalofrío recorrió mi espalda. Es hora de partir dice Gibson. El bosque nos bendijo y ahora debemos caminar tras él. Avanzamos por un sendero que se adentra en este ecosistema tropical y nos muestra árboles gigantes, con troncos triangulares con raíces sobresalientes que se enredan entre sí como un tapiz, bordado por musgos, un paisaje definido por enredaderas y lianas, y plantas y hojas silvestres que crecen por todas partes.
Riqueza de Daintree
El parque nacional de Daintree es Patrimonio de la Humanidad desde 1988, es un área que abarca 12 mil kilómetros cuadrados. Un lugar en el que trece de 19 familias de plantas con flores primitivas crecen en este sector. Según cifras de la Unesco, el trópico húmedo de Australia tiene una superficie menor al 0.2 por ciento del territorio de la isla, pero alberga el 30 por ciento de marsupiales, el 20 por ciento de las especies de reptiles, 60 tipos de murciélagos, el 30 por ciento de las ranas, el 30 por ciento de distintos tipo de orquídeas y el 18% de plantas vasculares de Australia. Además de tener el 40 por ciento de especies de aves del país.


El Casuario
Entre las aves, la más llamativa es el casuario, la tercera más grande del mundo, luego de la Avestruz y el Emu. Este ser vivo tiene patas largas, garras prominentes, pelaje largo, cabeza y cuello azulados y una cresta de hueso, que le da un toque prehistórico.
Se les puede divisar en el bosque profundo, pero en ocasiones han sido vistos a orilla de camino, hay letreros por toda la zona, advirtiendo la conducir con precaución, algunas de las señaléticas dicen “Antes” y “después”, en la primera aparece la silueta del casuario de pie, y en la segunda, desmayado o muerto.
Parece tragicómico, pero es una cuestión seria para el bosque lluvioso, ya que éste, cumple un rol fundamental en la reforestación del lugar; las semillas que ingieren no son alteradas por su digestión, así a medida que se alimenta y se traslada de lugar en lugar, con su excremento va diseminando semillas por todo Daintree, modelando a su parecer esta jungla.
Pasan los años y este sigue siendo el hogar de los Kuku Yalanji. Su presencia hace este lugar aún más especial, otorgando una experiencia única en una geografía que existe desde que comenzó la vida en el planeta, en un espacio que aún luce tan prístino y tan genuinamente conservado. Este recorrido enseña de primera fuente cómo se comunicaban en medio de la selva, golpeando los árboles con rocas, árboles gigantes y huecos, que al ser golpeados generan un fuerte eco en todo el bosque. Continuamos la caminata y Gibson nos enseña las plantas y árboles que que pueden causar alergia hasta por tres meses, en algunos casos el remedio es frotar la zona afectada con las mismas hojas, y en otros casos lavar la zona con orina.
Además Gibson nos comenta sobre sus creencias, nos habla de una de las historia que ha pasado de boca en boca, generación en generación.
Dice la leyenda que en Manjal Dimbi –la montaña más alta de Mossman– existe un espíritu de una gran roca con forma de humano que es llamada Kubirri, y que ayudó a los Kuku Yalanji cuando el espíritu maligno Wurrumbu persiguió a la tribu. Kubirri logró detener a Wurrumbu y lo confinó al acantilado más allá del río Mossman, desde entonces viven en paz y armonía con esta jungla.
Importancia de Daintree
Este inmenso pulmón verde tiene 135 millones de años, data desde que existía un solo continente llamado pangea. Según datos de la Unesco, una hectárea de este lugar es el hábitat de más de 30 mil tipos de plantas y animales, cabe imaginar cuánta biodiversidad existe en sus 120 mil hectáreas de extensión, a este valor sin precedentes debemos sumar que es hogar de la comunidad indígena Kuku Yalanji, uno de los primeros grupos que ocupó la zona tropical de Australia, gente que pertenece a la selva y que vive para ella y por ella.
Continúo el recorrido y me llaman mucho la atención los árboles que en sus copas tienen unas protuberancias, que parecen cestos y son plantas que viven en los troncos de los árboles y que son capaces de guardar nutrientes del ambiente, incluyendo el agua, no necesitan estar en la tierra, crecen como huéspedes en otros árboles y son conocidas como la familia de las “Epifitas”.
Gibson nos enseña algunos árboles y plantas, unos peligrosos, otros venenosos, nos cuenta historias acerca del bien y el mal en esta selva, nos muestra las pinturas naturales que usaban para cubrir su cuerpo y nos comenta cómo incluían en su día a día “shampoo” o “jabón” que usaban frotando hojas de árboles que tendrían un símil al olor a cítrico o lavanda.
Río Daintree
Parte del recorrido pasa por un río, por tramos calmo, a veces con un caudal desbordante que serpentea los valles y montañas verdes, por 140 kilómetros hasta desembocar en el mar. Es cerca de Mossman, en Cape Tribulation donde el río Daintree, y el bosque tropical se encuentra con la barrera Coral.

13.269 kilómetros y un océano, nos separan de Mossman, Australia, pese a la distancia, nos dejan varias lecciones, primero valorar el medioambiente, la riqueza que alberga, ser conscientes del privilegio que implica visitar un lugar sagrado para el planeta y para una cultura ancestral. Otro punto a considerar es la inclusión de los Kuku Yalanji en el turismo sostenible, una lucha de años puede tener un final feliz, preservando la cultura, empleando a su propia gente, quienes actúan como protagonistas y protectores de sus costumbres, del conocimiento del bosque, en un lugar esencial para la biodiversidad de la isla, pero también a nivel mundial. Daintree es un lugar mágico, un lugar que guarda secretos, sobre nuestra evolución y misterios sobre cómo comenzó y se originó la vida, es una bitácora abierta a todo espectador que quiera conocer una selva que ha sobrevivido millones de años y que se conserva robusta gracias al esfuerzo de muchos entes, pero sobretodo, la comunidad aborigen, porque se nota que la “sangre tira, la sabia tira”, en los Kuku Yalanji, guardianes del bosque.